domingo, 28 de septiembre de 2008

Etapa 8: León - Astorga (49 km)

Jornada sencilla físicamente con la cabeza centrada en la Cruz de Ferro.
El día comenzó intentando abandonar León lo que no fue fácil dada la escasa señalización dentro del casco urbano. Finalmente no era tan difícil, bastaba con seguir los letreros a Astorga ya que el camino y la nacional van paralelos prácticamente todo el recorrido.
Durante el trayecto poco que destacar excepto el magestuoso puente de Hospital de Orbigo con el campo de caballeros. Tras el pueblo una bifurcación en la que se podía escoger entre seguir la nacional o por un camino de tierra. Como la guía no destacaba nada de interés durante el camino optamos por seguir la nacional para olvidarnos del traqueteo de los interminables caminos castellanos que llevamos "disfrutando" las últimas jornadas.
Antes de llegar a Astorga un bonito mirador desde el que ya se divisa la catedral y el palacio episcopal. Allí pasamos durante unos minutos a contemplar el paisaje con las montañas al fondo con las que nos enfrentarenos estos días.
Llegamos a Astorga y nos hospedamos en el albergue municipal. Sí el de León lo califiqué de "austero" (por utilizar eufemismos) el de hoy habría que calificarlo de magnífico y absolutamente recomendable. Cocina perfectamente equipada, comedor y sala de estar amplias y literas aparentemente nuevas y cómodas (y por supuesto almohadas). El precio? ajustado, 4€.
Astorga es una villa muy bella. Ya la conocía pero con este día soleado luce especialmente bonita. Visitas obligadas la catedral renacentista y barroca y el palacio episcopal diseñado por Gaudí.
El día de hoy es como sí a un jugador de fútbol a una semana de la final de la copa de europa le preguntan sí está concentrado en el partido que lo enfrenta al colista ese día. Evidentemente con la Cruz de Ferro mañana y el Cebreiro pasado mi mente no le dedicó más que unos segundos a la etapa de hoy. La parte fácil se ha acabado y mañana nos encontraremos con el verdadero camino en todo su esplendor y dureza. La sensación es con el día antes de un examen de oposición. Por una parte estás deseando que llegue pero por otra piensas "sí hubiera tenido unos días más para prepararlo ... ". Las cartas están echadas y habrá que desayunar bien y estar bien concentrado para coger un buen ritmo desde el principio. Ya lo dicen en mi tierra "comeza coma un vello para rematar coma un neno" y eso intentaremos hacer.
Por hoy me despido contemplando la silueta de las montañas desde la muralla de Astorga mientras intentamos adivinar en que cima estará la cruz de ferro.
Sólo me queda por decir ¡Ultreia et Suseia!